Mas allá del río Lethe
Tu imagen me llega clara como el reflejo de la mañana,
los tonos beige y azul cobalto despiden el olor a invierno de salida retardada.
Me opongo al nacimiento del mediodía,
El cual besa la cúspide de tu ceño romano,
Si Hace de ti un albatros, me deja en la mas infinita miseria
En caso de que la ruleta gire sin detenerse
Trastoca mi espíritu, me transforma en la nocturna estatua
Que espera el eco de un grito sin manos.
Perdida en el horizonte de la cordura
Cuando inclinas tu mano de gaviota postergada,
Y los bucles de tus ideas se concatenan
Me pregunto ¿Que espero? si no,
el frío Páramo de los adentros
Del espíritu sangrando
Ahora Camino por mis inpensamientos,
Miro los espejos
Se me hacen extraños los reflejos
Inertes de mis manos que se extienden
Entre sombras las cuales han de saciar el alma
Reposo no encuentro entre las hojas de tu alma
Cierro los ojos y entreveo las rosas negras
Que calcinan dejando a su paso un negro bujía
Avanzas y reencuentro tus pasos
Entra diagonal tu presencia
En el brusco eco pides disculpas
Ya no me ves, pero me engaño si digo ya no te veo.
Comentarios
Es tan sutil que da miedo.
Un saludo.